lunes, 24 de noviembre de 2014

BTT BADAYA Y ARMIKELO CON "LOS RAULES"

El sábado era el último día de carga de la semana, pero decidí salir con Raúl con la BTT hacer unas cuantas horas de disfrute por el monte y desconectar del pulso, watios, cadencia y demás....
Desayunar con el K-Weeks Inmune de 226ERS y rápidamente vestirme porque a las 9 habíamos quedado, nos juntamos tres Raules y yo jejee, era curioso cada vez que llamaba a Raúl los tres se daban la vuelta jejeee.
Nuestra idea era subir a Badaya, bajar y subir al Armikelo y vuelta para casa. La subida a Badaya la hicimos tranquila hablando y disfrutando de a subida, ya que no se conocían la subida entera a Badaya por este extremo, salvo Raúl de Alegría que la había hecho en la marcha de Nanclares.
Una vez coronado rápidamente para abajo por el refugio. En vez de bajar hasta Mendoza, Raúl Sutil nos llevó por unas bajadas de senderos súper chulos, alguno un poco resbaladizo por las hojas y piedras mojadas pero impresionantes, yo los desconocía y me encantaron....
Ya en Hueto Arriba paradita para rellenar los botellines y comer algo y poco a poco camino hacia la ascensión del Armikelo. Ascensión dura con tramos muy empinados, algún que otro tramo más tendido donde se podían recuperar las piernas pero sobre todo una subida impresionante de las vistas y senderos por los que subíamos, eso sí con algo de más barro que en Badaya, pero ciclable 100%.Una vez coronados abrigarnos y para abajo rápidamente ya que hacia bastante frio y viento.

La primera parte del descenso es por una pista ancha con muchísimas piedras grandes y hay que bajar suave y tranquilo por si acaso, ya que una caída en este tramo fácilmente te puedes romper algo y costarte la temporada.
Una vez pasado el tramo malo de piedras nos metemos en un sendero conocido como "el sendero de Geni", la verdad es que es un sendero acojonate de chulo e impresionante. Al inicio del sendero Raúl de Alegría me dijo que el aquí se cayó y por eso decidí bajar tranquilo para evitar males mayores. Sutil y el otro Raúl bajaron más enchufados ya que se conocían esta bajada y les gusta la velocidad en estos senderos jejeee. La verdad es que la bajada incitaba a tirarse sin frenos, no es una bajada empinada, es rápida, divertida, sin apenas dificultad y zigzagueando por un sendero estrecho u espectacular. Más o menos cuando ya casi no quedaba mucho para terminar la bajada al salir de una curva había una especie de losa de piedra en el sendero (se pasaba por encima de ella perfectamente ya que estaba a ras del sendero) estaba mojada y con algo de verde y aunque no iba rápido la bici me patino como una bailarina en una pista de hielo y al suelo con todo el lateral izquierdo del cuerpo. Caí a plomo, Raúl que veía detrás me dijo que me había patinado con la rueda y que se fue, yo lo único que recuerdo de la caída, que siempre cuando te caes pasa todo muy despacio, fue meter el codo y el brazo hacia el pecho para evitar rompérmelo y en Amaia.
Raúl me ayudo a levantarme ya que estaba un poco atascado, me movió el hombro para ver si estaba bien y rápidamente se fue para abajo en busca de los otros dos Raules para avisarles. La verdad es que solo tengo buenas palabras para ellos porque subieron a toda leche preocupados por si la cosa era seria. Dolorido y magullado baje un tramo andando porque me dolía bastante, una vez llegado a una explanada me monte porque ya prácticamente estábamos abajo, en Foronda. De ahí hasta casa poco a poco e intentando no pensar en lo ocurrido y solamente acordarme de lo que había disfrutado en compañía y las nuevas sendas que había conocido y con ganas de volver jejeee.
Ya en casa tocaba ver lo que realmente me había hecho, aparte de rozaduras y alguna herida también golpes en  rodilla, cadera, hombro, escapula todo ello de la parte izquierda del cuerpo y lo más sorprendente, un dedo de la mano derecha.....
Menos mal que en casa tengo Amaia que me cuida y me cura, eso si también decir que buen susto se dio al verme y sinceramente yo también me acojone un poco en la caída porque ni me lo esperaba, no son como esas veces que uno baja a lo loco y en plan temerario arriesgando más de la cuenta, fue de la forma más sencilla y bajando tranquilo y disfrutando del sendero. Son cosas que pasan, el que anda tropieza, pero no nos damos cuenta a veces de que nos la podemos encontrar en cualquier sitio, da igual que vayas rápido o despacio, lo peor es que la gente que nos quiere se lleva disgusto y a veces somos un poco inconscientes y egoístas y no vemos más allá. Ahora a descansar esta semana que es de recuperación y a recuperarme de las heridas y golpes.

 

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