El recorrido que eligieron para el día de la concentración tenía
un poco de todo, pero sobre todo subida larga y dura, aunque también llano para
trabajar los relevos, abanicos e ir aprendiendo los unos de los otros. El
recorrido nos dirigía desde Logroño a Nalda por la vía de servicio y de ahí
dirección a Navarrete, Fuenmayor y La Puebla. Desvío a la derecha para salir a Asa,
donde cogeríamos dirección Lanciego para acabar subiendo a Meano y La Población.
Bajar a Aguilar de Codés, subir el puerto y bajar a Aras dirección Viana para
regresar a Logroño.
Los primeros km nos sirvieron para calentar bien las patas,
hacer relevos y algún que otro abanico que hay que perfeccionar e ir conociéndonos
encima de la bici.
Ya en Asa empezaba lo duro del día, una subida total de unos
15 km hasta La Población. El primer km se hace duro porque tiene un buen
repechón, de ahí hasta Lanciego es algo más llevadero, para continuar por
Cripan, después llegar a Meano y subir a
La Población.
Los primeros km los hacemos duro ya que vamos poniendo un
ritmo en cabeza bastante machacón, delante vamos dando relevos entre Diego, Joaquín
y yo, apretando poco a poco según va pasando el puerto. Poco antes de llegar a
Lanciego al ir a meter el plato grande se me sale la cadena hacia dentro, increíble
pero cierto, parada rápidamente para ponerla e intentar coger al grupo, que
aunque habían aflojado el ritmo para que entrara me tuve que apretar las
tuercas para no retrásales demasiado. Una vez enlazado y justo saliendo de
Lanciego me vuelve a pasar lo mismo con la cadena (está para cambiar yaaa),
esta vez el grupo sigue el ritmo y yo tardo algo más de lo esperado en
arreglarla.
Otro nuevo apretón para intentar cogerles, pero ya el grupo
se había roto en varios, por lo que me tocaba ir remontando si quería llegar a
la cabeza, cosa que no conseguí. El primero que cogí fue a Chuchi que le animé
a que se pusiera a rueda, pero no pudo continuar conmigo ya que el ritmo que había
puesto para poder pillarles era duro, quería a toda costa cogerles y forcé la máquina.
Ya en Cripan tenía al siguiente grupo formado por Sergio, Raúl y Nacho (que
está fuerte, seguro que va a ir a mas), parecía que les tenia a unos 5 metros
pero al salir de una curva que entraba el viento de cara me volvieron a coger
distancia y es que iban los 3 dándose relevos en la subida, claro está en la
medida de lo posible, y la verdad que me vine un poco abajo durante un km hasta
que volví a reaccionar de nuevo. A falta de 500 metros de Meano los volvía a
tener a 5/10 metros y apreté para cogerles pero mis patas empezaban a flojear y
es que los apretones y esfuerzos por cogerles me empezaban a pasar factura, así
que lo único que me quedaba era regular para no acabar petando ya que quedaba todavía
km de recorrido. Por delante habían coronado Diego, Joaquín, Néstor y Jesulon, después
coronaron Raúl y Nacho, Sergio a unos metros que en el último km de subida se había
quedado y seguidamente yo. Por detrás entraron Chuchi y un poco más tarde Ramón
con David, hermano de Jesulon que había venido con nosotros hacer unos km.
Parada para hacer fotos y contar las batallas, y yo la
verdad estaba bastante cabreado con lo sucedido con la dichosa cadena, aparte
de hecho un cristo por la grasa, ya no solo en la ropa, sino también en la
cara, en fin sé que son cosas que pasan pero aun así joden un huevo, ya que
estaba teniendo buenas piernas en la subida y de hecho así me vi ya que fui
recortando distancia y minutos, pero es lo que hay.
De La Población pusimos carretera hacia Aguilar de Codes,
antes David y Ramón se volvieron para Logroño por asuntos familiares. En la
bajada de La Población a Aguilar de Codes tome muchas precauciones, no quería
irme al suelo ya que estaba mojado y con barro de los tractores y a falta de
una semana caerme y perderme la Costa Blanca Bike Race sería un putadón. El
grupo me cogió unos metros por delante, yo no quería arriesgar, ya en Aguilar
cogimos el cruce hacia el puerto de Aras y empecé a apretar para cogerles ya
que no estaban muy lejos y me encontraba con patas para hacerlo, pero al poco
de empezar la subida de nuevo la piiii cadena se sale hacia dentro, otra vez a
parar y sacarla. Ya bastante más cabreado y manchado vuelvo a poner ritmo para
cogerles pero ya era imposible, aún así lo intento, pero nada y ya me empezaban
a avisar las patas que ya valía de tanto achuche y arreon..... Jesulon se dio
la vuelta para ver que me había pasado y los últimos metros los hicimos juntos,
aunque yo jurando jejeee.
Coronar y todos para
abajo con cuidado porque la carretera no estaba muy católica. Aquí empezó
nuestra mala suerte. En la mitad de la bajada Sergio se cayó en una curva
porque parece ser que se le fue la rueda trasera, que le patino, se dio un buen
golpe en cadera y codo, aparte del susto que nos dimos todos. Montarse de nuevo
en la bici y para abajo en dirección Viana con el miedo metido en el cuerpo de
todos.
Un poco antes de llegar a Viana en la carretera había un socabrón
(pedazo de agujero) y los que iban delante no avisaron y Chuchi lo pilló con la
rueda delantera y yo con ambas. Pedazo de ostión que di, he de decir que a
pesar del ostión las ruedas ni se descentraron, alucinante la verdad, eso si la
delantera reventada. Me paré con Jesulon para cambiarla y también miré la
trasera y parecía que había librado del reventón, volvieron para atrás Nacho,
Diego, Raúl y Chuchi, este último cuando arregló su reventón. Cambiar la cámara
y otra vez para abajo, y no había andado ni 5 metros cuando la trasera
revienta, Bufff, menudos juramentos soltaba....., ale otra vez a parar y cambiar
la cámara.
Una vez cambiada otra vez camino de Logroño pasando Viana,
donde Joaquín y Néstor nos esperaban para continuar hacia Logroño. Ya en la
variante a 2 km de entrar en Logroño Jesulon pincha, ya fue el colmo, mal de
ojo nos hecho algún@ hoy jejejee. Lo que nos pasó en los últimos 10 km, casi
tardamos más en hacerlos que en toda la mañana jejeee.
Una vez arreglado a las puertas de Logroño entramos por fin
y paramos a tomarnos un café merecidísimo y todos aliviados porque habíamos
terminado, no por la dureza del día sino por la suerte que estábamos teniendo.
Las sensaciones la verdad es que fueron buenas, las patas me
respondieron bastante bien, se nota los entrenamientos en subida de las últimas
semanas, aunque todavía queda trabajo por hacer. Hasta el primer percance iba a
gusto con el ritmo e incluso con la sensación que podría subirlo más, ya en el
segundo percance cometí el error de cebarme e intentar a toda costa pillarles y
forcé demasiado y en la última parte de la subida lo pagué, cosas del directo
jejeee. Lo importante de todo es que no pasó nada más grave, lo importante es
que disfrutamos del ciclismo y que hemos hecho una buena piña, lo demás vendrá
solo si tiene que venir si no seguiremos disfrutando del ciclismo y de la
amistad que nos une a todos.
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