miércoles, 4 de marzo de 2015

ENTRENO EN VALDEZCARAY BUSCANDO EL SOL

Ayer cansado ya de la lluvia, frio y mal tiempo en general junto con David Arias marchamos hacia La Rioja que daban mejor tiempo que en Vitoria, y es que ya uno se cansa de tanta agua y frio.
Madrugamos para estar en Santo Domingo para las 9 de la mañana y comenzar el entrenamiento.


La idea para el entrenamiento era salir desde Santo Domingo dirección Ezcaray, subir a la estación de esquí de Valdezcaray, bajar de nuevo a Ezcaray, subir el puerto de Bonicaparra y volver a Santo Domingo de nuevo.


Los primeros 37´rodariamos para ir calentando las piernas para la subida que nos esperaba, de camino para Ezcaray con el viento de cara y pensando en que a la vuelta nos daría a favor, que ilusos somos. Una vez llegado a Ezcaray coger el desvió que nos llevaría a las faldas de la estación de esquí de Valdezcaray donde comenzaríamos los 13 km de ascensión.


La idea de la subida para mí era subir sin pasar del umbral (170ppm-180ppm), en los primeros kilómetros son los más duros, más o menos hasta el km 5 es lo duro luego suaviza un poco aunque sigues subiendo, a esto había que sumarle que el viento entraba de cara y cada vez que salías de las curvas te daba de cara. La primera parte de la subida fui poco a poco cogiendo un buen ritmo sin cebarme y controlando las fuerzas y el pulso para no pasar del umbral. El resto de la subida la fui haciendo de menos a más aumentando el ritmo y disfrutando de la subida ya que este tipo de puertos largos y tendidos se me dan muy bien.


Durante la subida vimos algunos coches subiendo a la estación de esquí para esquiar, las vistas que nos ofrecía el paisaje nevado y los pedazo de socavones que había en la carretera, a ver si los van arreglando porque en alguna zona estaba bastante descarnada.

Una vez coronado, fotos de rigor y poco a poco bajando de nuevo a Ezcaray. La bajada la hicimos tranquilos porque como he comentado había muchos tramos con la carretera descarnada y aparte había zonas mojadas con el deshielo y con algo de barro, así que era mejor asegurar y bajar sin prisa.


Ya abajo nos dirigiríamos a subir la siguiente táchela del día, Bonicaparra, puerto de 7,8 km  con una media del 6%, no es muy duro pero se pega mucho. La subida es por una carretera estrecha y descarnada pero casi sin tráfico.

Esta segunda subida la hicimos algo más tranquilos que la anterior, la subiría a aeróbico intensivo (155ppm-170ppm) regulando y disfrutando del paisaje. Tuvimos que parar un par de veces ya que estaban cortando árboles y había algunos en medio de la carretera como ramas y derivados.

A media subida pararíamos para que David cogiera agua en una de las fuentes y la verdad es que el paisaje era precioso, tenemos unos parajes tan cerca de casa que no sabemos apreciarlos.


En la última parte de la subida hay un par de curvas de herradura y en la segunda empezaron a sonar las alarmas, las patas empezaron a flojear, pero nada más rodar unos 100 metros me recuperé, una pequeña crisis pero lo bueno es que recuperé y no entré en barrena. Una par de km después coronaríamos, parada para comer y beber algo y para abajo de nuevo.

La bajada la hicimos más despacio todavía que la anterior ya que como estaba tan descarnada y sobre todo que estaban cortando arboles preferíamos ir con cuidado. Ya en Ezcaray decidimos hacer una serie hasta Santo Domingo aprovechando que el viento nos daría algo a favor y como pica para abajo disfrutaríamos. Pero fue solo una ilusión, ya que una vez salimos de Ezcaray el viento hizo de las suyas y para no variar cambio y nos daba de cara.


Durante unos 12´ intentamos hacer la serie pero entre el cansancio acumulado y sobre todo el viento que nos daba de cara tan fuerte hizo imposible hacerlo como debíamos. Después poco a poco soltando piernas hasta llegar de nuevo a Santo Domingo con los deberes hechos.

Mis sensaciones  fueron mejores de lo esperado, la verdad es que la subida a Valdezcaray la hice de menos a más, con fuerza y sobre todo por debajo del umbral a pesar del viento que entraba fueron buenas sensaciones y disfrutando de este tipo de subidas. En Bonicaparra también fuimos de menos a más y a pesar de esa pequeña crisis también disfruté de la subida. A pesar de todo esto todavía me sigue faltando el punch de antes de la gripe, a ver si poco a poco voy recuperándolo.


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